miércoles, 6 de enero de 2010

Solá calificó como "un error muy grave del Gobierno" el pedido de renuncia a Redrado

El presidente del bloque de diputados nacionales del Peronismo Federal, Felipe Solá, consideró que el pedido de renuncia al presidente del Banco Central, Martín Redrado, es "un error muy grave que comete el Gobierno" y agregó que se trata de "otro episodio de avasallamiento, de manotazo, que va acumulando el Gobierno".

En declaraciones periodísticas realizadas esta tarde, Solá sostuvo que "tiene un alto costo institucional que Redrado sea obligado a renunciar, cuando lo que debería hacer el Gobierno es tratar de que se constituya la comisión bicameral que debe decidir, según lo establece la Carta Orgánica del Banco Central, si hay motivos o no para que Redrado sea removido del cargo en el que tiene mandato hasta septiembre de este año".

"Hay que hacer que este país sea un poco más previsible y que no depende de que una mañana la Presidenta se levante y diga `hoy se va Redrado´. Eso tiene límites, hay reglas y normas que cumplir. Si Redrado no se quiere ir, y además no hay una acusación grave sobre él sino que se trata de una cuestión política, nosotros (la oposición) debemos decir que no vamos a permitir que no se cumplan las reglas", afirmó.

Solá remarcó que "Redrado tomó la decisión de no renunciar y tiene derecho, desde el punto de vista legal, porque así lo dispone la Carta Orgánica por la que él juró" como presidente del Banco Central.

El diputado descalificó además el argumento utilizado por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, cuando explicó esta mañana la decisión del Gobierno de echar a Redrado. "El mandato de Redrado vence en septiembre y nos parece un absurdo que se diga por televisión que él había dicho varias veces que estaba dispuesto a renunciar. Las renuncias se concretan por escrito, y no hay un sólo papel que demuestre que Redrado puso su renuncia a disposición de la Presidenta", señaló Solá.

Por otra parte, defendió la decisión de Redrado de haber recibido hoy a legisladores del radicalismo. "No me parece una provocación que el presidentel del Banco Central reciba a quien quiera saber algo importante y tenga, como en el caso de los senadores, responsabilidades importantes", remarcó. "No creo que no pueda recibir a la oposición. Esa es una pésima costumbre que tenemos que desterrar de la Argentina", agregó.