miércoles, 12 de agosto de 2009

Políticas de Empleo

Felipe Sola.: Conocé sus propuestas.



Políticas de Empleo:

Como bien dijera el director de la OIT para America Latina y el Caribe, Jean Maninat “no somos alarmistas, sino realistas”, la situación del mercado laboral en la argentina se esta deteriorando con graves consecuencias en lo social. Por lo tanto, para paliar dicha situación requerimos mayor intervención del Estado, estableciendo el diálogo con los diferentes sectores, gobiernos, empresas, trabajadores, etc.
Tenemos que desarrollar programas para enfrentar la crisis, pero sobre todo para evitar el despido masivo de trabajadores.
Consideramos necesario reaccionar con políticas contracíclicas y otras del mercado laboral que tengan como meta principal preservar y generar empleo, que es fundamental para lograr la recuperación y proteger a la población más vulnerable. En forma paralela, en estos tiempos es esencial reactivar o profundizar el diálogo social entre gobiernos, empleadores y trabajadores.
Preservar el empleo, significa preservar el consumo y las perspectivas de dinamismo de la economía. El desempleo generalizado, los salarios deteriorados, sólo profundizarán las dificultades.
En materia salarial, una prioridad son las medidas destinadas a mitigar la caída de los ingresos de los trabajadores, en un contexto en el cual también será importante preservar los empleos. La brecha salarial es una asignatura pendiente.
En situaciones de crisis como esta, la prioridad es el aumento del subsidio de desempleo y otros apoyos sociales, de forma temporal, ya que son los que tienen efectos más inmediatos y "están dirigidas a los grupos sociales más desprotegidos", al contrario que otras medidas para combatir la crisis.
Otra prioridad es la protección del sistema de pensiones y la revisión de las condiciones de crédito aplicables a las personas con créditos hipotecarios, así como el refuerzo de las medidas de protección social, con el objetivo de garantizar un rendimiento mínimo a todos los que lo necesiten.

Propuestas para mitigar los efectos de la crisis:

› Entrega de un bono de $$$ por cada familia en situación vulnerable.
› Creación del un fondo nacional para resguardar las fuentes de trabajo en las empresas mas vulnerables.
› microcréditos para ayudar a los empresarios en dificultades a la hora de conseguir préstamos. Estos fondos estarán destinados a ayudar a las personas con pocas posibilidades de conseguir créditos, especialmente quienes hayan perdido recientemente su empleo, para crear empresas o microempresas
› Ampliación del subsidio de desempleo.
› Creación de más oportunidades de formación.
› Esquemas de empleo de emergencia.
› Redes de seguridad direccionadas.

Políticas de empleo de mediano plazo:

Desde nuestro espacio proponemos que el Estado puede hacer una contribución relevante no sólo desde los espacios normativos o fiscalizadores, sino también interviniendo con políticas activas de empleo, focalizando recursos subsidiariamente en aquellos espacios donde el mercado muestra imperfecciones en su operación. Ello implica una relación con los siguientes focos de preocupación.

A) COBERTURA DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN SOCIAL AL DESOCUPADO

El seguro de cesantía, destinado a mitigar los efectos individuales, familiares y sociales asociados a la situación de desempleo. Se puede articular de una manera efectiva el cobro del seguro de cesantía con una política de reinserción laboral, por la vía de condicionar el pago de los beneficios al desarrollo de acciones orientadas a mejorar la empleabilidad y a la búsqueda activa de empleo por parte de las personas cesantes.

B) EXISTENCIA DE MECANISMOS DE OBSERVACIÓN DE LA DINÁMICA DEL MERCADO LABORAL ACTUAL Y SUS TENDENCIAS

Es evidente que en Argentina no existe coincidencia entre el valor social y el valor privado de la información respecto de los diagnósticos y las tendencias de los mercados segmentados del trabajo.
Las decisiones de inversión tienden a ser tomadas sin realizar una evaluación exhaustiva de la disponibilidad efectiva de los recursos humanos requeridos y se asume que están disponibles.
Se hace necesario, por tanto, propiciar y fomentar desde el Estado el surgimiento de verdaderos observatorios del mercado del trabajo, de manera de generar conocimiento principalmente para las empresas, aportando información de base sobre los recursos humanos disponibles y potenciales de encontrar en el mercado para los planes de desarrollo e inversión de las mismas empresas, para el diseño de las políticas públicas de formación y empleo y para los actores de los mercados relacionados con la formación, la certificación de competencias y la intermediación laboral.

C) EXISTENCIA DE UN SISTEMA DE CERTIFICACIÓN DE COMPETENCIAS LABORALES

Existe una carencia de información respecto de la oferta que opera en el mercado. Hoy en día, los trabajadores no tienen la posibilidad de demostrar frente a un potencial empleador sus competencias y habilidades, tanto transversales como específicas, en el momento de postular a un puesto de trabajo.
Los empleadores incurren en costos de selección de personal debido a la necesidad de evidenciar las reales competencias de los postulantes a una plaza de trabajo.
La instalación de un sistema de certificación de competencias laborales apunta directamente a resolver parte de esta imperfección, al reconocer los aprendizajes previos independientemente de cómo hayan sido adquiridos, aportando evidencia reconocida en el mercado de las competencias y habilidades que poseen las personas y posibilitando disminuir los costos de transacción asociados a la contratación de personal.

D) ADECUACIÓN DEL SISTEMA DE CAPACITACIÓN PARA MEJORAR LA EMPLEABILIDAD DE LAS PERSONAS DE MENORES RECURSOS

La formación o capacitación laboral se constituye en una herramienta efectiva de política pública de empleo para incrementar en el corto plazo el capital humano del país, mejorando las competencias, habilidades y destrezas de las personas, sea mientras están integradas en el mercado laboral o en sus períodos de desocupación.